viernes, 26 de agosto de 2011

Instructivo para observar las nubes en una Ciudad

Antes de comenzar, es crucial saber qué es una nube, ya que es posible confundir el término con humo o smog (aplícase en cualquier ciudad con sobrepoblación de fábricas, autos, cigarrillos). Por esto esto una nube es una aparente masa hecha de un gas, compuesto de pequeños cristales de hielo, de color blanco; algunas veces varían los colores por el efecto de una estrella con el nombre de Sol -En caso de desconocerse lo que es 'Sol' Cf. ¿Cómo vivir bajo La Estrella?, Ed. Rayos UV, Ciudad de Sahara, 2098. La mencionada nube se mantiene según los principios de Heráclito del Phanta rei, o no podemos mirar la misma nube dos veces, a pesar de que algo esencial se mantiene. Así mismo, el lugar común en el cual se encuentra la nube es en el cielo (sin hacer referencia a lugar extraterrenal alguno) o eso que envuelve a los seres terrestres y marinos. Las nubes difieren del humo o el smog, en el aspecto de que muchas veces el humo se mantiene disperso y oculto, con uno o varios efectos que lo delatn: un olor que ahoga los pulmoes, irritación ocular, estragos en el bello cutis de las princesas de la Ciudad, entre otros problemas ecológicos. Con esto establecido, iniciaré ciertas líneas guias para cumplir el objetivo de este instructivo.

Primeramente, salga de su casa, ya que por lo general es posible que el cielo de una habitación común obstruya la vista para mirar hacia el cielo externo. Ya estando en la calle coloque su cuello en un ángulo de inclinación superior a los 40º (la inclinación depende de las construcciones arquitectónicas aledañas, esto se debe a que se ha informado, según detallados informes, que hay ciudades en las cuales la inclinación para ver al cielo debe ser mayor dependiendo del avance del concurso humano por alcanzar el cielo con babélicas torres).

Ahora que el cristalino ocular está dirigido hacia el cielo, detecte las nubes, según los parámetros establecidos en la primera parte; en caso de que no haya nubes, regrese a su casa a consultar el insctructivo de "¿Cómo mirar el cielo?", en caso de que sea de día, o el de "¿Cómo mirar las estrellas?", si es de noche. Si sucede que localiza las nubes entonces las imágenes entrarán por el cristalino, pasarán al nervio óptico y finalmente el cerebro procesará la información (este proceso es completamente automático) de la imagen. A continuación, utilice un proceso cerebral, llamado imaginación, de esta manera comience a dejar libre sus represiones conscientes; no hay instructivo para dicho proceso, ya que cada quien tiene su propio camino para imaginar lo que quiera y por esto es que se requerirían de millones de instructivos individuales para seguir los métodos de cada quien para imaginar lo que surja de si mismo. Para finalizar el proceso, regrese a la posición normal del cuello hasta mirar los objetos terrestres.

Puesto que se han recibido muchas quejas anteriormente, sobre los problemas que causaba este instructivo, ha sido necesario recurrir a ciertas recomendaciones y restricciones para evitar problemas legales. A continuación se presentan pero antes se pide al público usuario, en caso de tener otras quejas, favor de añadirlas a este instructivo:

- Esta actividad no se recomienda para las personas que tengan problemas de salud en el cuello como fracturas en la columna vertebral, sobre todo en la parte superior concava de la misma.

- Antes de iniciar el procedimiento, se advierte que no mire directamente a la estrella diurna luminiscente, puede causar efectos secundarios como deslumbramiento.

- No se requieren baterías ni corriente eléctrica alterna, basta con una alimentación adecuada. A pesar de esto, se sabe que en paises donde hay hambrunas todavía miran las nubes aunque sea con dolor.

- El abuso de esta actividad puede causar adicción. Se han recibido informes de casos en que la gente cae en coladeras abiertas mientras realiza esta actividad; otras veces, las personas se hacen asiduas a esta actividad que aumenta su capacidad imaginativa y existen casos tan fatales que, por la inmoderada satisfacción que causa dicha práctica, las preocupaciones por actividades productivas económicas decrecen. Este grado de fatalidad conduce a las personas a ser separados de su grupo social y vistos con extrañeza.


Agradecemos a los dioses cambiantes de las nubes por permitirnos realizar esta gnósis de su tecnología y por recibir todas las regalías de la misma. Cada que use nuestro procedimiento asegurese de depósitar una buena cantidad a nuestra asociación. Gracias.

2 comentarios:

Jaime Ruíz Noé dijo...

Gracias por subir el instructivo. Sabía que algo estaba haciendo mal. ¿A qué cuenta de banco deposito?

Okami dijo...

Sin duda es un instructivo imprescindible para nuestros tiempos. Para realizar su depósito debe considerar en qué país se encuentra. Hipotéticamente si se encuentra en México, debe cambiar su dinero por Euros, después con los Euros compre Yens, con estos últimos debe conseguir Dólares; posteriormente, con los Dólares, compre algunas cabezas de ganado en la India (el número de dichas cabezas depende de la cantidad que pretenda depositar). Ya que cuente con las cabezas, celebre un ritual vudú en Haití. El polvo de vudú resultante debe envolverlo en un pergamino, previamente hecho con métodos antiguos en Egipto. Al tener esto último, debe caminar en el desierto del Sahara y cuando encuentre un alacrán alzando su cola en dirección al cielo debe detenerse y realizar cuidadosamente los pasos para ver el cielo (importante que consiga premeditadamente el "Instructivo para ver al cielo en el desierto"). Entonces, debe esperar de 1 día a 360 días a que llueva en el desierto; cuando tal fenómeno suceda, debe juntar el agua con sus manos y beber toda la que pueda. Posteriormente, debe orinar dicha agua sobre la arena, la que debe ser recolectada y colocada en el pergamino junto con el polvo anteriormente reunido. Una vez que se tengan dichos elementos, debe regresar a México y espolvorear el polvo en el Presidente en turno o en el Rector de una universidad o el empresario más rico de su país (ese no hay pierde); y, enseguida debe darle una orden: “Siga los pasos del ‘Instructivo para observar las nubes en la Ciudad’”. Finalmente, debe dejar cinco pesos tirados en el área de posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Le avisamos que los beneficios económicos serán usados predominantemente por alumnos de posgrado para comprar café, tal vez unas galletas para evitar el hambre y no con fines egoístas. Nuestra editorial le agradece su futuro depósito y esperamos que pronto vuelva a leer alguna de nuestras cuidadas publicaciones, con gusto continuaremos recibiendo sus donativos.