Siempre me ha impactado presenciar un extraño e ilusorio conjuro en donde alguien frente a mí desaparece. Es un truco de magia improvisado por la mente que olvida el paso del tiempo y una casualidad del movimiento inesperado de un cuerpo animado. Uno puede encontrarse leyendo en el parque, detener la lectura, levantar la mirada, ver a una señora sentada en una banca (a la cual le extraña ver a alguien con cara de maleante leyendo, mientras piensa "Seguramente ni está leyendo"), regresar la mirada hacia el libro, de nueva cuenta levantar la vista y ver que sólo hay una banca vacía. Por un fugaz momento, es como si la señora haciendo muecas hubiera desaparecidp; hasta que se cae en la desepcionante cuenta de que pasaron cinco minutos o una hora (dependiendo de la concentración del momento) desde que la mirada estuvo fija en la tinta de las páginas, simplemente ella se marchó. Soy un mal mago que no tiene público o un idiota que se engaña a sí mismo y cae en su propia falsedad. De cierta forma, el truco funciona. La cosaquehacíamuecas desaparece en un "parpadeo", su paradero es incierto, su figura ya no se encuentra en la banca -a menos que sea un truco de invisibilidad, en ese caso todo sería muy diferente, pero me concentraré en la desaparición.
El suceso mágico es intrigante puesto que uno mismo debe haber desaparecido para otra persona de la misma forma -dando por supuesto que, en primera instancia, la gente ponga ligera atención en que existen otros individuos en las calles de una ciudad masificada. Así que, desaparecer de un escenario es algo extraño, no te enteras del fenómeno-mágico-ilusorio, no hay aplausos y uno continua como si nada hubiera pasado. Moverse de un lugar a otro, existir como un ser animado que puede dezplazarse en el tiempo es en sí mismo un acontecimiento mágico y que, sin embargo, pasa desapercibido comúnmente. Les advierto que no se dejen llevar tanto por el entusiasmo del movimiento porque pueden ser vistos como bichos raros que, impactados por la mágia móvil, aplauden en medio de la calle mientras son vistos por ojos temerosos y zapatos que desvian su trayectoria para evitarte. De cierta forma el movimiento de uno mismo es una desaparición del lugar precedente, la cuestión es que el yo permanece constante, así que el problema más complicado es que ese ego pueda moverse de su posición solidificada. La desaparición de uno mismo no es sólo un truco de magia sino que trasciende a un fenómeno religioso, psicológico y existencial con el fin de que su desaparición conduzca al enriquecimiento de la experiencia de la vida (aunque no tengo idea qué es eso). Así que, si la desaparición de una persona desconocida frente a nosotros es un truco de mago principiante, la desaparición del yo tiene un mayor nivel de dificultad. Ahora bien, existe un nivel más profundo cuando dos personas desaparecen.
Dos personas que se toman de la mano caminando por un parque, dos personas que mutuamente se acarician con la mirada, dos personas que funden sus cuerpos sin cáscaras realizan un tipo muy especial de magia. Es una desaparición paradójica. Ese nombre tiene debido a que no es como el anterior tipo de fenómenos asombrosos, en este caso la desaparición no implica que la materia se esfume de un momento a otro, la materia se mantiene pero entra en un estado de actividad insospechada. Puede ser de día o de noche, puede ser en público o en la soledad de dos respiraciones pero la desaparición de dos individuos es tan brillante que consituye la luz del universo, en otras galaxias esa luz llega como el brillo de soles. Los que pueden observarlo de cerca, son deslumbrados por tal fenómeno maravilloso auqnue muchas veces pasa inarvertido. Los dos individuos que desaparecen, lo hacen para sí mismos, se encuentran en otro lugar o, tal vez, en ningún lugar; ambos transmutan en tierra y cielo. Los corazones laten y es el rimo, la música son los besos y en el punto máximo de este tipo de desaparición, lo que se difumina es la totalidad del tiempo.
El suceso mágico es intrigante puesto que uno mismo debe haber desaparecido para otra persona de la misma forma -dando por supuesto que, en primera instancia, la gente ponga ligera atención en que existen otros individuos en las calles de una ciudad masificada. Así que, desaparecer de un escenario es algo extraño, no te enteras del fenómeno-mágico-ilusorio, no hay aplausos y uno continua como si nada hubiera pasado. Moverse de un lugar a otro, existir como un ser animado que puede dezplazarse en el tiempo es en sí mismo un acontecimiento mágico y que, sin embargo, pasa desapercibido comúnmente. Les advierto que no se dejen llevar tanto por el entusiasmo del movimiento porque pueden ser vistos como bichos raros que, impactados por la mágia móvil, aplauden en medio de la calle mientras son vistos por ojos temerosos y zapatos que desvian su trayectoria para evitarte. De cierta forma el movimiento de uno mismo es una desaparición del lugar precedente, la cuestión es que el yo permanece constante, así que el problema más complicado es que ese ego pueda moverse de su posición solidificada. La desaparición de uno mismo no es sólo un truco de magia sino que trasciende a un fenómeno religioso, psicológico y existencial con el fin de que su desaparición conduzca al enriquecimiento de la experiencia de la vida (aunque no tengo idea qué es eso). Así que, si la desaparición de una persona desconocida frente a nosotros es un truco de mago principiante, la desaparición del yo tiene un mayor nivel de dificultad. Ahora bien, existe un nivel más profundo cuando dos personas desaparecen.
Dos personas que se toman de la mano caminando por un parque, dos personas que mutuamente se acarician con la mirada, dos personas que funden sus cuerpos sin cáscaras realizan un tipo muy especial de magia. Es una desaparición paradójica. Ese nombre tiene debido a que no es como el anterior tipo de fenómenos asombrosos, en este caso la desaparición no implica que la materia se esfume de un momento a otro, la materia se mantiene pero entra en un estado de actividad insospechada. Puede ser de día o de noche, puede ser en público o en la soledad de dos respiraciones pero la desaparición de dos individuos es tan brillante que consituye la luz del universo, en otras galaxias esa luz llega como el brillo de soles. Los que pueden observarlo de cerca, son deslumbrados por tal fenómeno maravilloso auqnue muchas veces pasa inarvertido. Los dos individuos que desaparecen, lo hacen para sí mismos, se encuentran en otro lugar o, tal vez, en ningún lugar; ambos transmutan en tierra y cielo. Los corazones laten y es el rimo, la música son los besos y en el punto máximo de este tipo de desaparición, lo que se difumina es la totalidad del tiempo.
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